En estos días de teletrabajo es importante saber adaptarse a nivel personal y de equipo para evitar agobiarnos. Han pasado casi dos meses desde que estamos en cuarentena y para los que hemos sido afortunados y hemos podido realizar nuestro trabajo desde casa el teletrabajo forma parte de nuestra rutina y por ello es importante saber entenderlo y hacerlo de la mejor manera.
Durante estos días y conversando con algunos colegas de diferentes áreas he llegado a la conclusión de que muchos nos planteamos una cosa en común.
Las jornadas de teletrabajo nos están siendo más intensas y en general más largas
Analizando un poco como transcurre el día a día voy a resaltar algunos aspectos que a mi modo de ver nos hacen sentir que estamos trabajando mucho más. Estos posiblemente pueden encajar principalmente con roles de gestión y de participación activa en definición de proyectos, gestión de equipos, definición de producto, etc. Los puntos más relevantes que quiero resaltar son:
- Demasiadas reuniones: Cuando el objeto principal de tu trabajo es la organización de equipos y proyectos el calendario está en general a tope de sesiones y hay muy poco tiempo entre una y otra.
- Pérdida de límites de entrada y salida: Al estar siempre en tu “sitio”, la jornada se puede hacer más larga, entrando más temprano o saliendo más tarde.
- Sensación de disponibilidad inmediata: Al recibir un mensaje y estar en la rutina de trabajar en casa a veces se mezcla el espacio familiar y el laboral y sentimos que responder cuanto antes es una necesidad. Igualmente, parece que el estar online quiere decir, respuesta inmediata y no es así.
Estos aspectos mencionados pueden generar efectos en tu mente y tu cuerpo que hay que controlar como por ejemplo:
- Ansiedad: Este probablemente es el más perjudicial. Esa sensación de se me ha ido el día y no he avanzado puede llevarnos a irritación, a trabajar más horas o a estresarnos.
- Cansancio mental: No parar para organizarnos, reenfocar o simplemente cambiar de actividad puede llevarnos a tener fatiga mental y con ello pérdida de foco y desconcentración.
- Dolores e irritación de garganta: En este nuevo modelo donde muchas cosas se resuelven vía conferencia y donde prácticamente no hay descanso entre una y otra es normal que la garganta se recienta y más cuando no se tienen buenos hábitos de control vocal.
- Cansancio muscular: El estar sentado o “quieto” dependiendo del espacio de trabajo hace que el cuerpo se entumezca, máxime si no hay mucho tiempo entre una reunión y la siguiente.
Para evitar que el teletrabajo nos agobie, nos consuma nuestro día y nuestra vida reseño algunos puntos importantes que deberían ser tenidos en cuenta por cada persona del equipo. Desde mi punto de vista, todos tenemos que implicarnos para hacernos los días más llevaderos.
- Agenda tus espacios de trabajo individual cada día: Una agenda vacía parece que se interpreta como disponibilidad inmediata para una reunión de última hora. Para evitar esto, y sobretodo para poder organizar y sacar tu trabajo, reserva al menos una hora de trabajo individual y hazlo respetar.
- Respeta las agendas casi llenas: En algunas ocasiones he visto ocupar la única media hora libre de mi agenda para una reunión. Creo que es una falta de respeto ocupar el único espacio libre de una persona que ya tiene su agenda llena. En un escenario, para mi ideal, una persona no debería estar con reuniones más allá de un 60% o 70% del día. En caso de ser inevitable, tener la amabilidad de hablar con la persona sería lo mínimo.
- Respetar las horas ocupadas: cuando sepas que alguno de tus compañeros se reserva horas para trabajo individual, respeta esos espacios u otros que veas ocupados en el calendario. En caso de ser inevitable, al menos ten la delicadeza de avisar a tu compañero (a) de la situación.
- Si no te contestan inmediatamente, no llames salvo que sea urgente: Hay muchos casos en los que alguien escribe en un chat, manda un e-mail y luego te llama a ver si has visto el mensaje del chat. Esto no tiene sentido si no es algo urgente y en todo caso, si es una urgencia el orden debería ser el contrario, llamada, e-mail, chat haciendo explícita la urgencia. El hecho de que estemos en casa no quiere decir que estemos disponibles 100% para la persona que escribe. Somos un equipo y tenemos que trabajar con varias personas al tiempo.
- Respeta el horario laboral: El respeto por el horario de entrada y salida es principalmente personal, depende de cada uno poner freno a la cantidad de horas que se dedican. Aunque en estos momentos la situación sea complicada, hay que saber cuándo parar y cuando hay que meter el hombro, sin que esto se convierta en una rutina.
- Usa manos libres o cascos en las conferencias y llamadas: El uso de cascos te permite levantarte y estirar brazos y piernas, si es necesario. Nadie ha establecido un protocolo de reunión en el cual todos tengan que estar sentados al frente del ordenador sin apartarse de él.
- Termina las reuniones 10 minutos antes de la siguiente: Cuando haces reuniones presenciales, necesariamente debes terminar una para desplazarte a la siguiente y sueles salir 5 o 10 minutos antes, lo que te permite despejarte un poco. Porque no hacerlo en teletrabajo?.
- Mantén agua a tu lado: El agua ayudará a aclarar tu garganta y a evitar la resequedad. Si prevés una reunión larga donde tengas que intervenir mucho tiempo, lo mejor es que te aprovisiones de agua para tomar durante la misma.
- Cambia de espacio durante el día: Hoy en día es muy normal tener un ordenador portátil para trabajar. Aprovecha que lo tienes para cambiar durante el día, si te es posible, el espacio donde trabajas, al menos durante algún rato. Esto ayudará a despejar la mente. Igualmente, puedes, durante un espacio de tiempo usar el móvil o una tablet para responder e-mails desde la comodidad de un sofá o similar, esto dará descanso a tu mente.
- No pierdas el contacto con tus colegas: El teletrabajo te aísla físicamente de las personas y te limita a un espacio reducido, si a esto le sumas el confinamiento puedes llegar a sentirte demasiado aislado. Saca algunos momentos para hablar con la gente en espacios que no sean una reunión de trabajo, como lo podrías haber hecho en la oficina, tomando un café o mientras vas por un pasillo. Somos personas y necesitamos de las relaciones sociales.
- Has ejercicio al terminar tu jornada: Aunque esto es algo que deberíamos hacer siempre, en la situación que estamos actualmente, es mucho más importante estirar el cuerpo y relajar la mente. Saca al menos 30 minutos al día para hacer alguna actividad física.
Poco a poco nuestro día a día en teletrabajo debe adaptarse para encontrar un buen balance entre la ejecución de nuestra responsabilidad laboral y nuestra vida personal donde nos encontremos a gusto en esos dos escenarios. Si ponemos en práctica algunos de estos puntos seguro vamos a pasarlo mucho mejor.