En el blog que llevo en la EOI, he escrito una entrada sobre la actitud respecto a la gestión de tiempo. Todos queremos mejorar productividad, pero muchas veces no tomamos las medidas adecuadas por falta de actitud y ganas. Vivimos quejándonos del escaso tiempo que tenemos, pero muchas veces no hacemos nada. Estos son algunos de los puntos que quiero resaltar del artículo.
Si realmente queremos gestionar adecuadamente nuestro tiempo, iniciemos por tener una actitud positiva. Dejemos de lado el pesimismo desde el primer instante en que nos levantamos para ir al trabajo.
Un cambio de actitud nos ayudará a no abrumarnos y bloquearnos cuando tengamos demasiadas tareas o cuando sintamos que estamos perdiendo el rumbo, pues nos permitirá frenar con serenidad para tomar aire y recapitular (auto-control).
Un cambio de actitud nos permitirá tomar las energías para ganar disciplina y perseverancia en esta tarea no sencilla de ganar el control día a día sobre nuestras actividades y de esta manera mejorar nuestra competitividad, ser más eficientes y estar más a gusto con nuestras labores.
Creo que el mensaje ha quedado claro en estos tres párrafos, para mejorar hay que cambiar, en este caso, debemos cambiar por nosotros mismos, cambiar nuestra actitud y de esta forma asimilaremos mejor las técnicas de gestión de tiempo.