Vacaciones – Día Uno. 15 Agosto de 2008 – Una oferta tentadora

Aunque el viaje lo teníamos planificado desde hace ya varios meses, no nos habíamos decidido a avisar a nuestros familiares. Un día antes del mismo decidimos llamarlos para que conocieran de nuestra llegada y la gente se llenó de emoción. Una emoción que se reflejaba en su voz y en la forma como se regó la bola de nuestra llegada, como una avalancha rápidamente se fueron enterando uno a uno y comenzaron a contratarnos vía messanger

Luego de pasar prácticamente toda la noche preparando maletas y dejando en casa todo organizado llegó el gran momento, muy temprano nos dirigimos al aeropuerto y no tardamos en pasar por el mostrador de AirComet para hacer el check-in.

La atención del personal fue excelente, pero nos sorprendieron con una Oferta tentadora, nos ofrecieron la posibilidad de aplazar el viaje un día con puestos confirmados para el día siguiente y con una indemnización de 600€ por pasajero. En total sumaban 2400€, una cantidad para pensarlo. Y aquí viene el dilema, aplazar el día del reencuentro o viajar el mismo día?.

Rápidamente descartamos la idea de aplazar el viaje por razones meramente sentimentales, por un lado no me veía llamando a la familia que con tantas ganas nos esperaban después de 3 años de ausencia a dejarlos con el revuelo del día anterior armado. Por otro lado, el pensar en lo que sentiría al llegar a casa de nuevo y haber aplazado el viaje que nos había generado tanta ansiedad.

Una vez tomada la decisión viene el "arrepentimiento", y la "duda" de la decisión tomada. Me pongo a evaluar la cantidad con el valor sentimental del momento. Mientras la espera en el terminal se hace eterna, la duda sigue acechando mi cabeza y cada vez que miraba el reloj, atacaba de nuevo. Pero mi pensamiento fue más fuerte y creo firmemente que en este caso particular, la espera de tres años para ver a la familia y la de ellos por tenernos a su lado merece la pena el no tomar la decisión de aplazar un día más el viaje.

Ahora que ya estoy en el avión, la duda está completamente disipada y nuevamente llega el ansiedad de el reencuento y la felicidad que ganaremos que no se pagará con nada el mundo..

 

Después del revuelo generad

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